Como asesor inmobiliario, no solo tendrás que guiar a posibles compradores de inmuebles por el mercado de segunda mano, sino que muchas veces tus clientes estarán interesados en adquirir un inmueble nuevo de una desarrolladora inmobiliaria. Si bien en esencia tus labores son las mismas, adquirir un departamento nuevo presenta ciertas diferencias y particularidades. Aquí te traemos algunos consejos para ayudar a tus clientes a navegar este mercado.

1. Entiende todo el proceso y familiarizate con la terminología

El primer paso es entender bien todo el proceso de construcción, cuáles son las principales etapas y cuanto tienden a durar. Muchas veces los compradores no tienen idea de todo lo que involucra, y tu expertise en esta área debe de guiarlos y orientarlos a tomar mejores decisiones y calmar las dudas que pudiesen tener.

Si bien los procesos en el mundo inmobiliario tienden a ser sistémicos, cada desarrolladora es algo diferente, dependiendo del segmento al que se dirigen y su tamaño. Si tienes la disponibilidad, se proactivo y trata de conversar con las principales desarrolladoras de tu área cómo es que prefieren trabajar con clientes y agentes inmobiliarios. Además, aprovecha para visitar sus showrooms y en general intenta aprender todo lo que puedas sobre ellos.

2. Maneja las expectativas de tus clientes

Pocas personas han pasdo por el proceso de adquisición de un inmueble más de una vez. Por ello, puede que no tengan en claro qué esperar, y pueden llegar con ideas erradas sobre cómo debería de ser el producto final que van a recibir. Esto es de vital importancia para la compra de inmuebles en etapa de proyecto. A diferencia de la compra de un inmueble de segunda, los procesos son más largos, los imprevistos son frecuentes, e incluso pueden haber costos adicionales.

Explícales también el grado de libertad que poseen para solicitar modificaciones al diseño final de los inmuebles. Las inmobiliarias producen productos relativamente estandarizados, pero incluso en ellos hay la posibilidad de ligeras variaciones. Por ello, conversa con tus clientes y coméntales la situación para que puedan tomar mejores decisiones.

3. Consigue testimonios de las empresas

No todas las desarrolladoras son iguales, y quizás las más nuevas puedan inspirar algo de desconfianza a los clientes. Por ello, procura siempre obtener recomendaciones y reviews de clientes pasados de la inmobiliaria, de modo que puedas sustentar mejor el por qué contratar con esa empresa.

Al igual que con el paso anterior, intenta ser proactivo: ponte en contacto con algunos clientes, habla con las empresas que contratan con la inmobiliaria e intenta aprender todo lo que puedas. A fin de cuentas, tú y tus clientes están por entrar en una relación de largo plazo con estas empresas, y es importante que tú te sientas cómodo con ellos antes de pensar en recomendarla a tus clientes.

4. Aprende cuando cederle el paso a la desarrolladora.

Si bien los compradores son tus clientes, es importante que entiendas que hay algunos momentos en los que la inmobiliaria tendrá que pasar a relacionarse directamente con los compradores, sin que se requiera que estés presente. Esto dependerá naturalmente de la inmobiliaria y de sus propios procesos – por lo que entender cuáles son y cuánto toman es vital – y también de lo cómodo que se sientan tus clientes. Y si has podido ponerte en contacto con la inmobiliaria de antemano, esta transición será mucho más directa y llevadera.

Al adquirir un inmueble de una desarrolladora, tu conocimiento y habilidad para asesorar al cliente en un mercado que le puede ser ajeno es de vital importancia. Por ello, mantente alerta y continúa aprendiendo sobre las empresas que operan en tu área para que puedas desempeñar el mejor trabajo posible.